Para tener un entrenamiento completo y eficaz, no se necesita entrenar hasta se produzca dolor, si bien, debemos exigirnos al momento de hacer ejercicio, es un mito que si no duele el musculo no se lo trabaja bien.
Esto se debe al rompimiento de fibras musculares al momento de entrenar, y que durante la noche se reconstruyen cuando nuestro cuerpo segrega la hormona de crecimiento, entonces, si el entrenamiento es mucho más exigente de lo que normalmente soporta el cuerpo las fibras se rompen y provocan dolor.
Por ello, algunas personas tienen más dolor que otras. Se puede decir que es un dolor agudo cuando es inmediato, mientras que el dolor muscular de aparición tardía puede llegar a durar un máximo de 48 y 72 horas después.
Hay que tomar en cuenta que el peso se debe aumentar progresivamente, llevando nosotros el ritmo del entrenamiento con el fin de prevenir lesiones.
Entonces, ningún signo de dolor implica que el ejercicio está siendo bien ejecutado, al contrario, debemos parar cuando notemos dolor y acomodar el peso o a su vez nuestra postura.
Dolor en fase de recuperación
El dolor después del entrenamiento se debe al cansancio que presenta el músculo por el esfuerzo realizado, por ello es importante que se recupere y descanse.
Además, la producción del ácido láctico, es lo que provoca el dolor y tarda un día en irse por el torrente sanguíneo, convirtiéndose más adelante en energía, este, se lo puede eliminar realizando ejercicio aeróbico como caminar, trotar, nadar, andar en bicicleta, etc.

Planificación del entrenamiento
Es importante contar con un buen plan de entrenamiento y trabajar de forma equilibrada, por ejemplo, si un día el entreno es exigente e intenso, al otro día debe ser moderado permitiendo la recuperación del músculo.
Tenemos que dominar la ejecución del ejercicio y luego sí, adaptarnos al peso que esté acorde con nosotros, además el entrenador o instructor debe ir evaluando tu progreso, detectando posibles dolores y la causa del mismo (cambio de rutina, aumento de peso).
Disminuir el dolor por el entrenamiento
– Puede ayudar a aliviar el dolor muscular:
– Puede colocarse hielo para disminuir la inflación.
– Usar compresas calientes para aumentar el flujo sanguíneo de los músculos.
– Realizarse un masaje en la parte que presenta molestias.
– Descansar, para permitir la recuperación de los músculos trabajados.
– Ingerir bastante cantidad de agua, ayuda con la temperatura del cuerpo y transporta los nutrientes para crear energía.
Fuente: www.vitonica.com